El diagnóstico y evolución de la enfermedad puede causar una serie de síntomas y dificultades que repercuten en la calidad de vida de la persona afectada y de las personas de su alrededor.
Desde este servicio, se ofrece ayuda psicológica, de manera grupal y/o individual, tanto a la persona afectada como a los familiares, sobre las dificultades que pueden ir surgiendo a raíz de la enfermedad.
Así se adquirir una serie de habilidades psicológicas que permiten afrontar mejor la enfermedad, como técnicas de resolución de problemas, de afrontamiento del estrés y la ansiedad, etc.